Carlos Salvatore de 60 años, condenado a 21 años de cárcel por narcotráfico -dictada en la provincia del Chaco- a dos años y medio, impuesta en Capital Federal por haber engañado a un juez federal, y cuatro procesos penales más que lo involucran al tráfico de casi tres toneladas de cocaína a Europa, este martes fue dado de alta por los médicos que lo atendían en el Hospital Argerich desde finales del año pasado por un cuadro de hepatitis medicamentosa.

La defensa de Salvatore, intenta hacer valer su condición de enfermo cardíaco para lograr que la Justicia le otorgue la prisión domiciliaria y volver a su lujoso chalet de Belgrano. Pero la buena noticia sobre su salud derivó en otro revés para sus intenciones de mantenerse lejos de la cárcel, ya que volvió a ser trasladado al penal de Ezeiza, en medio de un importante operativo de seguridad.

Además, señala el diario Clarín, recibió una dura respuesta a sus planteos judiciales: tres fiscales se unieron en un mismo recurso para pedirle a la Cámara de Casación Penal que evite cualquier morigeración en la pena del narcoabogado. El modo: solicitan que el expediente donde se debate su “domiciliaria” se envíe desde Comodoro Py (donde tramita ahora) a la Justicia Federal de Chaco.

Allí, Salvatore tiene las causas más pesadas, donde lo conocen a fondo y, sobre todo, donde sus intentos de volver a su hogar en Belgrano ya se encontraron con sucesivos “no”, incluso confirmados por Cámara.

“El Tribunal Oral Federal (TOF) de Resistencia, se encuentra en mejores condiciones de supervisar la ejecución de la pena impuesta a Salvatore”, dice el escrito firmado por la fiscal federal de Capital, Gabriela Baigún; el fiscal general de Chaco, Federico Carniel; y Diego Iglesias, titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad, (PROCUNAR).

Con este dictamen, los tres fiscales buscan revertir los argumentos según los cuales el trámite del expediente de prisión domiciliaria de Salvatore debe ser resuelto por el tribunal que lo condenó en Capital a dos años y medio, porque esa pena quedó firme y la de 21 años dictada en Chaco todavía está en la etapa de apelación.


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