El hallazgo de dos niños descuartizados fue sólo la punta del ovillo de una investigación de la Policía Civil brasileña que logró desentrañar una macabra trama satánica, en la cual hay un argentino implicado y se sospecha que las víctimas podrían ser del mismo país.
La horrenda trama de sucesos arrancó el 4 de septiembre último, cuando la Policía encontró dos cuerpos descuartizados dentro de bolsas plásticas y cajas de cartón en un matorral cercano a una calle del barrio Lomba Grande, en la ciudad de Novo Hamburgo, a unos 45 kilómetros de Porto Alegre y a unos 550 kilómetros de Porto Xavier, localidad limítrofe con Misiones. 
Según consignaron medios locales, el primer cuerpo fue encontrado por una persona que revolvía entre la basura, mientras que luego de intervenir en el hecho la Brigada Militar recorrió la zona y terminó dando con el otro cadáver.
Constatar la identidad de las víctimas fue prácticamente imposible, dado que ambos cuerpos estaban sin cabezas. Pero los forenses del Instituto General de Pericias (IGP) descubrieron que los restos le pertenecían a un niño de entre 8 y 9 años y a una niña de entre 10 y 12.
Posteriormente, con los examenes de ADN se pudo revelar que las víctimas eran hermanos hijos de una misma madre, pero los pesquisas no pudieron dar con huellas digitales similares a las de ellos en el banco de datos local.
Un mes después del hallazgo, nadie reclamó por los cuerpos, cuestión que llamó la atención de los pesquisas, aunque hubo otro dato que abrió el abanico de hipótesis: una de las víctimas estaba alcoholizada.

Argentina en la mira
Con esa información, los investigadores comenzaron a sospechar sobre la posibilidad de un ritual satánico detrás del caso.
En silencio, la Policía local continuó trabajando en el caso y a fines de diciembre detuvieron al líder de un templo satánico y a dos seguidores suyos en la región metropolitana de Porto Alegre. El procedimiento también incluyó varios allanamientos en búsqueda de dar con los cráneos de las víctimas, pero no obtuvieron resultados.
Los medios locales detallaron que la investigación, bautizada como Operación Revelación, está a punto de concluir y en ese contexto creen estar convencidos de que los niños asesinados son argentinos, ya que hasta el momento no fueron localizados en los bancos de datos de Brasil.
Además, abona esa teoría el hecho de que entre los sospechosos hay un hombre de nacionalidad argentina que está casado con una brasileña y sobre el cual aseguran también tiene antecedentes en su país.
Sin embargo, su identidad se mantiene bajo llaves, dado el sujeto continúa prófugo y los investigadores brasileños aún tienen información en secreto para poder culminar de cerrar toda la trama criminal. Los pesquisas estiman que este sujeto es discípulo del líder satánico y que residía en el barrio donde aparecieron los cuerpos.
En ese contexto, el delegado y coordinador de la investigación, Moacir Fermino, dialogó con Gauchaz y aseguró que "todavía es una hipótesis, pero como es de allí, creemos que los niños pueden haber sido traídos de Argentina. No sabemos si fueron secuestradas, compradas u otra cosa".
Además, adelantó que expertos en genoma serán consultados para evaluar el ADN de los hermanos, en busca de características como, por ejemplo, rasgos indígenas y similares a argentinos.

Ritual satánico
Por su parte, lo que sí tienen en claro los investigadores es que los niños fueron víctimas de un ritual por el cual dos de los detenidos habrían abonado unos 25.000 reales a cambio de prosperidad y éxito en negocios inmobiliarios.
El mismo portal brasileño indicó que el líder del templo satánico es conocido como "brujo" o "maestro" y sería un referente de magia negra tanto a nivel país como latinoamericano. Se cree que es adorador de Moloch, "el dios que pide niños para sacrifios".
Fermino indicó que el trío apresado niega haber descuartizado a los niños. Sin embargo, los investigadores cosideran tener un importante cúmulo de pruebas contra ellos y planean divulgar los detalles de la pesquisa el lunes, dado que mientras tanto quieren localizar y detener a los restantes sospechosos en la mira, incluido el ciudadano argentino del cual se estima que trajo a los hermanitos para ser sacrificados.
Por lo pronto, la Policía brasileña ya se comunicó con sus pares argentinos a fin de solicitar un listado con datos de niños desaparecidos en nuestro país para verificar si entre ellos podrían estar las víctimas descuartizadas.

Fuente: TerritorioDigital


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